lunes, 13 de agosto de 2012

Frágil...


¿Porque eres tan seria? ¿Porque casi no hablas? ¿Porque no expresas mas tus sentimientos? Deberías hablar mas...

Toda mi vida he escuchado esas frases y preguntas, parece ser que nunca las dejare de escuchar, pero siempre quise cambiar eso, dejar de ser tan seria, hablar mas, expresar mas mis sentimientos... Pero como hacer eso si conviertes tus palabras en tu perdición? Tal parece ser que para vivir feliz debo callar lo que siento, no expresar lo que molesta, no hacer comentarios que podrían ser ofensivos a alguien. Pero, tampoco quiero ser una hipócrita, odio la hipocresía porque mentirme a mi misma de semejante manera?. No me mentiré, solo callare, callare el dolor, el sufrimiento, la agonía, las cosas que me lastiman, no me haré de ojos ciegos ni oídos sordos pero si de labios cerrados, lo único que saldrá de mi boca serán alegrías, gozos, halagos sinceros, verdades honestas y delicadas.
Palabras que algún día morirán, palabras que nunca se irán, palabras que se han ido y han vuelto para enterrarse otra vez dentro de mi. 
''El don de la palabra'' Pocas persona sabrán llevarlo con responsabilidad, otras solamente harán mal uso de este. Yo no nací con ese don pero podría decirse que nací con el don del oído, siempre escuchare lo que tengas que decir, un oído nunca te faltara mientras me tengas en tu vida, un oído comprensible.

Las personas hacen de sus palabras su propia prisión... supongo que aplica diferente en cada persona.
Mi prisión eran las palabras que mi alma quería decir pero que mi boca no permitía salir por temor a equivocarse, cada vez que intento librarme de mi prisión solo parece que me condeno mas a ella.
Te callan con tus propias palabras, palabras que con tanto temor y miedo salieron a la luz, confiando plenamente en la persona a la iban dirigidas, confiando en que te entenderán, confiando en que después de escucharte te ayudaran , confiando en que tu por fin seras libre de tu prisión en el silencio.
La historia de mi vida sería contada dentro de esta prisión, narrada por un pequeño ángel con corazón de cristal pero fuerte como el oro soñando con algún día ser liberado. Un ángel con armadura y espada dispuesto a proteger con el alma a su persona amada. Al fin de cuentas todos los ángeles tenemos una misión....
Mientras seguiré siendo esa persona seria que casi nunca habla y no expresa todo lo que siente, no me molesta he llegado lejos con esto y podría decirse que estoy orgullosa de lo que soy y lo que he echo, soy feliz, puedo amar y ser amada.
Algún día volveré a hacer el intento por salir pero por lo pronto puedo sobrevivir un poco mas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario